viernes, 25 de mayo de 2012

Anton Garcia Abril

ANTON GARCIA ABRIL

Infancia y etapa de formación.
Antón García Abril comienza sus primeros estudios en Valencia 1947-1952 (becado por la DPT). En Madrid, 1952-57 Ángel Mingote, profesor del conservatorio le imparte clases. Fue estudiante en el real conservatorio superior de Música de Madrid 1957-57. Entre 1954-56 realizó durante los veranos estudios en la prestigiosa academia chigiana en Siena. Entre otros cursos asiste al de música cinematográfica con el maestro Francesco Lavagnino.

 Angelo Francesco Lavagnino (1909-1987)
Fragua su estilo en la melodía. Incorpora  la música popular, la expresividad y la calidez de lo sencillo. Como buen compositor italiano puso música a todo lo que se le puso por delante componiendo de esta forma una filmografía enorme, que abarca desde el peplum, pasando por el espagueti westem, hasta las películas de aventuras, ciencia ficción. Algunos títulos son: Campanadas a media noche, Otelo, La Regenta.

 Primeros trabajos.
Sus inicios en el cine se remontan al año 1955, siendo todavía Antón García Abril estudiante. En Madrid, cuando, José Maria Belloch, a la sazón juez de Teruel y guionista en esos momentos de la película Torrepartida (1956), que estaba rodada en Albarracín, lo recomendó a su director, Pedro Lazago, para que compusiera la música. En primer momento, esta propuesta no pareció agradar al realizador, pero la aceptó y concluyó con una colaboración que se prolongó durante 22 años y se materializó en 68 películas.
Otras películas: Las muchachas de azul (1957), los tramposos (1959).los económicamente débiles, la ciudad no es para mi…
Algunas de ellas tan famosas como La fiel infantería ( con esta banda sonora obtiene el Premio Nacional del Sindicato de 1959, galardón que volvería a conseguir en 1968 con No le busques tres pies) Volvería a ganarlo en 1975 con los pájaros de Baden-Baden, de Mario Camus
Otros premios que consigue fue la Medalla del Círculo de Escritores cinematográficas. 
La comedia popular.
A lo largo de la década de los setenta la producción de García Abril se encuadra dentro del género de la comedia popular, al que se amoldó con habilidad y eficacia. Puso música desde La ciudad no es para mí, a todo la filmografía de Francisco Martínez Soria con Lazaga: ¡Qué hacemos con los hijos!, El turismo es un gran invento, Abuelo made in Spain, Hay que educa a papá, el padre de la criatura, El abuelo tiene un plan, El alegre divorciado, Estoy hecho un chaval y Vaya par de gemelas.

Abuelo made in Spain (1969).
 Varios temas pop interpretados por Los Gritos convivirán con un tema la clave y otro de resonancias jazzisticos en un eclético trabajo musical que se pone al servicio de una comedia costumbrista no exenta de ternurismo.

El Dabadismo.
Sor Citroen (1967).
El turismo es un gran invento (1968).
Crimen imperfecto (1970).
Verano del 70 (1970).
Los Ibéricos (1971).
Vente a Alemania Pepe (1971).
 Sor Critroen (1967).
Su tema principal con coros femeninos que interpretan un dabadá típico  de la época, con resonancias de los ritmos de la bossa nova brasileña, la voz femenina utilizada como un instrumento.
Antón García Abril introduce este tema copiando de la película Un hombre y una mujer creada por el músico Francis Lai.
 The Spaguetti-Western o El Western Europeo.
Tierra Brutal / The Sauge Guns (1961): la co-producción con EEUU dirigida por Michel Carras en 1961 de lo que se dice que fue el primer western rodado en España. Antón reconoció la influencia de compositores norteamericanos del género como Elmer Bernstein (sinfónico, melódico, colorista, importancia dramática del paisaje, de los espacios: Los diez mandamientos, Los siete fantasticos)
Adiós, Texas
Fernando Baldi, 1967. Western protagonizado por Franco Nero en el que se reconoce cierta influencia de Ennio Morricone(se aleja del brillante sinfonismo, para realizar un estilo más personal y expresivo basado en el protagonismo de diferentes instrumentos: armonica, silbidos, voz humana, trompetas…) La música caracteriza más que al paisaje a un personaje.

El perro (1976) (Obras Cumbres).
El perro (Antonio Isasi 1977) es un caso de perfecta adaptación de la banda sonora a la acción de una película (género cine de aventuras).
Su música es eclética,  pretende integrar solidariamente diferentes elementos y lenguajes con objeto de adecuarse a las necesidades dramáticas de cada secuencia y al contexto social y geográfico en que transcurre el relato.
 Nos encontramos cuatro tipos de instrumentación elementos sinfónicos (cuerda, viento, piano) elementos de música ligera (guitarras, bajos eléctricos, baterías) electrónicos (teclados, ecos) étnicos (guitarras españolas y flautas andinas).
 El Crimen De Cuenca (1979).
Su partitura de aires neutros e inquietantes, solo aparece en breves momentos del film, al comienzo y al final del relato con la representación del romance ciego se oye la zanfona como instrumento asociado. Es una música que resalta en tomo procesal frío y administrativo dominante en la historia.

La colmena.
La banda sonora se reduce a una sintonía melódica de tonalidades tristes dominada por un saxo con apoyo de un cuarteto de cuerda que da lugar a una melodía nostálgica que ilustra de forma expresiva la deprimente posguerra que relata la película. Como corresponde a esta nueva etapa estilizada la música se emerge en los momentos de climax dramática y en la apertura y el cierre del film.

Los Santos Inocentes.
La banda sonora se compone de dos temas bien diferenciados pero que desprenden el mismo tono entristecido, los dos se presenta ya en los títulos de crédito; el primero es una composición desarrollada a partir de percusiones y sonidos experimentales, que se asocia desde el principio al Azarias y a la milana bonita y que aparece siempre cuando ambos interpretan, y enmarcando la escena lineal del ahorcamiento.
El otro es “atonal” ejecutando con un rabel, perfecto para describir e insinuar la tragedia de esa España clasista y subdesarrollada.

Réquiem por un campesino español (1983)
La música incluye tonos aragoneses y se hace patente en el momento de mayor intensidad dramática. Esta banda sonora es, junto con la serie Ramón y Cajal, la más aragonesa. En esta banda sonora celebró la rondalla “Alegría” de Alcañiz.

Monsignor quixote (1985).
La banda sonora de esta película le cotapulta a la consecución del premio “The Music Retoulers Association Annual Award for Excelente” siendo elegido junto a otras de John Barny, John Willians, o Maurice Jarre, para ser interpreta por la orquesta filarmónica de Londres en el Albert Hall.
Se trata d una  adaptación de la homónima de Grahem Greene dirigido por Rodney y Bennet para Thames Televisión.


Música para televisión.
Durante los años 70 la TVE vive años de esplendor y lleva a cabo una intensa labor de producción propia, basada principalmente en programas dramáticos.
En este entorno García Abril va a encontrar una libertad  creativa enorme.

El hombre y la tierra (1974).
 La sintonía de esta serie permanece en la memoria y el imaginario colectivo de los españoles, con sus indudables percusiones y flautas, su aire exótico y su gran potencia dramático. La ilustración de cada capítulo es una sucesión de pequeñas obras maestras.
 La música contribuye a la iluminación de los animales, ya que cada uno de ellos tiene asociado una composición que lo personifica y lo identifica, por ejemplo el buitre sabio, el lobo ibérico.



Fortunata y Jacinta (1980).
Esta serie supone un gran punto en la historia de la TV, en la medida  de que se trata de uno de las primeras superproducciones directas basadas en una novela de prestigio expresamente adoptado para la TV.

Santiago Ramón y Cajal (1982).
Basada en un guión aragonés Santiago Loren, la dirigió otro aragonés, José María Forqué, con  la finalidad de rendir homenaje a otro aragonés universal. Es pues un biopie, que abre el camino para otros muchos que vendrían después.
En el terreno mundial, la serie se estructura a partir de un tema principal con aire aragonés  (referencia a la jota en todo momento), sin duda un homenaje de nuestro paisano a nuestra tierra y al protagonista de la serie.

Anillos de Oro (1983).
Serie dramática con guiones de Ana Diosdedo y dirigido por Pedro Marsó. La cabecera musical fue muy celebrada. Se trata de una partitura sinfónica con un fino y delicado sentido de la melodía.
Esta sintonía se adaptaba a las peculiaridades de cada capítulo (órgano, etc)

1 comentario:

  1. Te falta alguna información, pero en lineas generales está bien. Sea un 0'90.

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